jueves, 1 de julio de 2010

Dime que consumes y te diré quien eres.

Las relaciones interpersonales han pasado a segundo plano desde que el consumismo llego a nuestro mundo, para quedarse e interpretarse tal como el refrán “dime con quién andas y te diré quien eres”. Puede cambiarse perfectamente con “dime que consumes y te diré quien eres”, ya que esta "enfermedad", desde luego, provoca en el ser humano un gran descuido de ciertas cosas que realmente son importantes para la vida, tales como las relaciones con sus seres queridos, consigos mismos y con la naturaleza.

Tal y como lo expresó Fromm (2005), “el conocimiento empieza con la destrucción de las ilusiones, con la desilusión”. Es imprescindible destruir las ilusiones del consumo para conocer lo que es realmente vital. De igual forma, es primordial la elección consciente de artículos y servicios pro ambientales y el compromiso con estilos de vida solidarios.

Autor: Francisca Gutiérrez.
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El consumismo como patología.

El consumo patológico puede manifestarse a través de la compra compulsiva y compensatoria. Tiene relación con el materialismo, la negación, la búsqueda de aprobación, la dependencia, la depresión, la baja autoestima, la búsqueda de excitación, el perfeccionismo y la falta de autocontrol, en resúmen, inestabilidad emocional.

Se generan formas patológicas al identificar el consumo, con el éxito, la felicidad y el poder. Las empresas son cada vez más consientes de esto y lo refuerzan a través de la publicidad agresiva para aumentar sus ganancias. A pesar de esto la sociedad actual es poseedora de una insatisfacción y estrés a causa de las constantes deudas en las que se encuentran a raíz de ese consumismo compulsivo que tienen, y aunque no reconozcan muchas veces esta enfermedad, los síntomas les permiten cuestionar ciertos actos de su vida y retomar la posibilidad de asumir aquello como una enfermedad, una patología. Las personas que poseen esta problema, suelen equivocarse al creer que las necesidades emocionales pueden suplirse con las compras o al adquirir productos en forma constante.
En la sociedad de hoy en día, tanto jóvenes como adultos, es muy común encontrar la pregunta “¿Quién Soy?” ya que determina el lugar en que la misma sociedad pone al individuo, de esta misma forma buscan la aprobación y originalidad comprando artículos en forma masiva, o se intenta compensar vacíos y sentimientos desagradables con objetos, ya que estos poseen una poderosa proyección simbólica.

Autor: Catalina Gutiérrez.
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