Se generan formas patológicas al identificar el consumo, con el éxito, la felicidad y el poder. Las empresas son cada vez más consientes de esto y lo refuerzan a través de la publicidad agresiva para aumentar sus ganancias. A pesar de esto la sociedad actual es poseedora de una insatisfacción y estrés a causa de las constantes deudas en las que se encuentran a raíz de ese consumismo compulsivo que tienen, y aunque no reconozcan muchas veces esta enfermedad, los síntomas les permiten cuestionar ciertos actos de su vida y retomar la posibilidad de asumir aquello como una enfermedad, una patología. Las personas que poseen esta problema, suelen equivocarse al creer que las necesidades emocionales pueden suplirse con las compras o al adquirir productos en forma constante.
En la sociedad de hoy en día, tanto jóvenes como adultos, es muy común encontrar la pregunta “¿Quién Soy?” ya que determina el lugar en que la misma sociedad pone al individuo, de esta misma forma buscan la aprobación y originalidad comprando artículos en forma masiva, o se intenta compensar vacíos y sentimientos desagradables con objetos, ya que estos poseen una poderosa proyección simbólica.
Autor: Catalina Gutiérrez.
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